¿Crees que tu empleo es un fastidio en tu vida?, ¿Te sientes incapaz de realizar tus actividades laborales?, ¿Crees que tu empleo afecta tu vida personal?, Aun en casa, ¿sigues agobiada por el trabajo?…¿Contestaste a la mayoría que SI?
¡Debes de saber que al menos 4 de cada 10 personas se sienten así en relación a sus empleos!
No hace mucho, volví a escuchar el termino BURNOUT (del inglés «burn-out»: consumirse o agotarse) que es lo que popularmente conocemos como «ESTRÉS LABORAL» o «DESGASTE LABORAL» pero este síndrome burnout es crónico y suele darse con mayor frecuencia en aquellos puestos de trabajo relacionados con atención a terceros (pero no discrimina profesiones o funciones).
Todo comenzó en mi ultimo empleo (en donde laboré por más de cinco años en el área de recurso humanos) y a lo largo de ese tiempo desarrolle ciertos rasgos físicos y de carácter, mismos que YO NO PERCIBÍA…pero los demás SI.
Cuando cumplí dos años laborando ahí, acudí a la enfermería debido a que sentía opresión en el pecho, me brincaba un ojo, jaqueca, mareo…al examinarme la doctora me dio el siguiente diagnostico: presión normal, latidos correctos, pupilas estables…estas desarrollando BURNOUT…. ¿WHAT?
La doctora me conocía y tuvo la franqueza de decirme: «este trabajo te esta agotando…es estrés al limite, tienes que hablarlo con tu jefa y modificar tus actividades». Obviamente no lo hable con mi jefa (quien ya me buscaba incansablemente), por lo que me establecí una regla personal al salir del trabajo: NO HABLAR DE TRABAJO, FUERA DE LA EMPRESA.
No lo pude cumplir. Llegaba a casa tarde, con sueño, dolor de cabeza, pesades en los hombros, ojos hinchados y solo platicaba con mi esposo de cosas negativas que me sucedían en el trabajo.
Continué aumentando mi antigüedad en dicha empresa, pero mi empleo me continuaba frustraba TODOS LOS DÍAS y periódicamente acudía a la enfermería por contracturas musculares o cefaleas.
Mis amigos frecuentes eran el Analgen y Riopan, me inflaba como globo debido a la colitis nerviosa, hubo días que decidía no presentarme a laborar con tal de no enfrentar situaciones de estrés que sabia que sucederían… ya no podía lidiar con esa situación.
Antes de cumplir mi quinto aniversario, informe a mi jefa de mi embarazo y los «altos mandos» de la misma, se vieron obligados a cambiar ciertas funciones que yo realizaba y por ende toda mi rutina laboral cambio 360°, comencé a disfrutar realmente mi trabajo.
Comenzaron a respetar mis horarios de entrada y salida, mi hora de alimentos se volvió puntual, tenia acceso abierto a la enfermería, podía acudir a mis consultas medicas externas, los compañeros y demás personas eran amables, personas con las que solo interactuaba superficialmente me preguntaban ¿cómo estas? ¿cómo esta tu bebé?…parecía «EL MILAGRO DEL EMBARAZO».
Cuando llego «mi reemplazo» para cubrir mi «incapacidad por maternidad», pude pasarle TODA LA CARGA LABORAL, EMOCIONAL y MENTAL que el trabajo me exigía. Las personas allegadas a mi en el trabajo notaron cambios positivos en mi persona, sintieron la confianza de decirme «te veo muy relajada», «ya no tienes el ceño fruncido», «no has regañado a nadie», «la gente ya no te tiene miedo».
Mis conversiones con mi esposo y familia eran diferentes, mi atención se centraba en mi embarazo y no en el trabajo.
Escuchar esas afirmaciones me hicieron valorar la importancia de laborar en un ambiente libre de factores de opresión y de personas toxicas. Siendo honestos, la mayoría de los empleos son a favor del «patrón» y seguramente existen empresas muy solidarias con sus colaboradores, pero si tu situación es similar a lo que yo viví, quizá sea un indicativo de que tienes que corregir dicha situación laboral.
Si estas embarazada, ¿sabias que si se acumula el estrés y alcanza un alto grado, puede tener efectos nocivos en tu bebé? Los efectos más conocidos según diversos estudios son las complicaciones obstetricias, parto prematuro, bajo peso al nacer, puede desencadenar preeclampsia, entre otros.
Es importante recalcar que lo que importa es cómo percibe cada quien su entorno y su «situación estresante», más que la intensidad del suceso.
Les comparto algunas constantes de los espacios de trabajo asfixiantes que te hacen sentir participante de un reality de supervivencia laboral:
- Tu jefe no te brinda retroalimentación y no hay un intercambio de ideas positivo.
- Tu espacio de trabajo no cuenta con las condiciones favorables para permanecer ahí un turno completo.
- Te sientes observada y custodiada todo el tiempo.
- Estas limitada en la toma de decisiones, aun cuando le atañen a tus funciones.
- El ambiente laboral es punitivo y el «radio pasillo» es constante.
- Hay sanciones económicas injustas o engaños en el pago de tu sueldo y/o prestaciones.
Aquí les enlisto algunas causas y síntomas frecuentes del síndrome burnout :
CAUSAS FRECUENTES
- Elevado nivel de responsabilidad laboral
- Jornadas laborales o «turnos» demasiado largos
- Acoso laboral
- Trabajos monótonos
SÍNTOMAS COMUNES
- Cambios en el estado de ánimo
- Agotamiento mental
- Falta de energía y menor rendimiento
- Dolores musculares y articulares
- Alteraciones psicosomáticas (dolencias o afecciones de origen emocional o psíquico)
Si evaluamos fríamente, podemos calcular que la mayoría de las personas pasan alrededor de DIEZ horas dirías continuas por día de lunes a viernes en el trabajo, «vivir» rodeados de un ambiente hostil no es favorable para nadie.
A modo personal, esta era una situación a la que no estaba dispuesta a regresar y por ello valorando todo, decidimos que lo mejor era dedicarme completamente al cuidado de mi hija.
¡Les invito a valorar su situación laboral y/o familiar, pónganse limites o busquen alternativas con sus jefes… la ayuda de un profesional especializado en el tema les puede ayudar a liberarse de esta presión!
by Paty Durán